Elkarrekin Podemos-IU considera prioritario ultimar cuanto antes un plan de choque de emergencia social para Irun de cara al 2020. Adelantarse es una cualidad necesaria en política, y una reclamación de la ciudadanía. En nuestro caso nos corresponde dar respuesta con políticas públicas a la situación de angustia e incertidumbre generada. Somos conscientes de que el gobierno municipal está ya pensando en cómo abordar la reformulación de las cuentas del Ayuntamiento, y somos nosotros los que les instamos a que ese ejercicio sea compartido y en común.

Es evidente que el Presupuesto Municipal ordinario aprobado este mes de enero, con nuestro voto favorable, sufrirá cambios sustanciales. El Ayuntamiento va a sufrir un muy importante descenso de sus ingresos reales, tanto por la ya anunciada disminución de la aportación de la Diputación a través del FOFIM, como por el significativo descenso en la recaudación de impuestos, tributos y tasas.

Simultáneamente a esta notable e inevitable disminución de ingresos, se están multiplicando las necesidades sociales de todo tipo por el impacto de la crisis sanitaria: la atención a los colectivos más vulnerables y desprotegidos, el apoyo al comercio de nuestra ciudad que está sufriendo el cierre de sus negocios, a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas que ven sus proyectos tambalearse, a los desempleados, a las familias.

Apostamos por un Plan de Choque Municipal de Emergencia Social para 2020, tramitado a través de una modificación de crédito, en el que se prioricen los programas y los proyectos sociales, que se materialice en un compromiso claro de combatir esta crisis económica con medidas de justicia y equidad social, que no dejen a nadie atrás, que no amplíe, si no que reduzca la brecha social, la desigualdad y las diferencias sociales.

Se nos comunicó ayer por parte del gobierno que la semana próxima se nos hará llegar su planteamiento de modificación presupuestaria, estaremos a la espera para hacer nuestras aportaciones que recogerán estas líneas estratégicas:

1. Reconsiderar en el capítulo de contrataciones determinados servicios que han dado demostrado que al ser privatizados limitan su operatividad cuando se dan momentos de crisis. NO a las privatizaciones.

2. Dedicar más recursos a las políticas sociales y aplicar exenciones en el pago de tributos y tasas a aquellas familias que lo están pasando mal. No olvidar, en ningún caso, las políticas relativas a igualdad, ya que las mujeres son las que más crudamente pagan las consecuencias de las crisis. Igualdad y políticas sociales.

3. Establecer medidas claras para favorecer el empleo, el apoyo al tejido empresarial de la comarca, impulsar nuevas fórmulas de generación de empleo como el cooperativismo e incrementar las ayudas a la formación. Empleo.

4. Activar las partidas aprobadas en el presupuesto ligadas a las políticas de transición energética que pueden generar empleo verde y de calidad. Transición ecológica.

5. Incorporar medidas claras y eficaces dirigidas al tejido cultural, deportivo y asociativo de la ciudad; tan necesitado tras un periodo de parón como este. Cultura y deporte.

Tenemos claro que esta crisis no puede volver a pagarla las familias más vulnerables y que esta vez toca hacer los recortes por arriba. Hará falta valorar si determinadas inversiones en obra pública son necesarias o no, si hay servicios de los que podemos prescindir o reducir el coste de la corporación y del gobierno municipal.

El desafío al que nos vamos a enfrentar todos en las próximas semanas y meses es enorme y va a exigir dar lo mejor de cada uno de nosotros. Muchos de nuestros ciudadanos ya nos están dando ejemplo de entrega, sacrificio y solidaridad. Es hora de que todos y todas estemos a la altura.